La dictadora Rosario Murillo reprendió en público a sus funcionarios este viernes, 7 de noviembre, cuando daba su mensaje diario por los medios sandinistas.
En medio de los anuncios de la gestión del régimen sandinista intentó leer unos documentos en inglés, pero al no poder pronunciarlos, regañó a la procuraduría a la que giró instrucciones para que se tradujeran esos papeles antes de ella emitir sus palabras a la población.
Después de mencionar la entrega de calles adoquinadas en varios municipios, Murillo intentó leer el avance de una obra cuyo término estaba en inglés, pero manifestó su inconformidad al no poder leerlo.
“Construcción de no sé qué es esto, disculpen mi ignorancia… quisiera que lo pusieran en español. Vamos a pedirle a los compañeros de la Procuraduría y las municipalidades que lo escriban en español porque tiene que haber una palabra”, expresó Murillo quien avanzó en la lectura de otras obras que serían entregadas durante el fin de semana.
No es la primera vez que la codictadora tiene este tipo de reacciones. En octubre de 2024, en una transmisión en vivo hizo un desaire al comisionado general en retiro Horacio Rocha, asesor en seguridad de la dictadura, al que no quiso saludar como hizo con el resto de los miembros del aparato represor del régimen durante la celebración de los 45 años de fundación de la Policía Nacional de Nicaragua.
Murillo acusa a EEUU de «desestabilizar» a gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela
Murillo ha estado errática esta semana
En esta última semana a Murillo se la ha escuchado cuando se le traspapelan los documentos que lee; por ejemplo se le extravió en una transmisión en directo los contagios de COVID en el país y varias veces confundió los días y fechas de la semana, aunque sobre esto último rectificó de inmediato.
Sus mensajes diarios los hace como cabeza del llamado Consejo de Comunicación y Ciudadanía que se creó en el año 2007 cuando Ortega retomó el poder, a partir de una reforma y reestructuración del Poder Ejecutivo y contó con el aval de la Asamblea Nacional.
Desde este consejo se dictan los mensajes que emite la dictadura sobre la gestión de las instituciones públicas y es la principal vía de la narrativa oficial en la que convergen los medios estatales y los que son propiedad de la pareja presidencial y sus hijos.
En los últimos meses han estado muy activos por la llegada de comunicadores de Rusia y ejecutiva de la televisión estatal de China para formación, firma de nuevos convenios y reforzar el mensaje del aparato propagandístico del régimen.
