Liga de Portoviejo selló el campeonato de la Segunda Categoría 2025 tras una intensa final disputada contra Cuenca Juniors en Riobamba. Luego del pitazo final, los protagonistas expresaron su profunda emoción, resaltando la unidad y el trabajo diario del aguerrido plantel.
El triunfo de Liga sobre Cuenca Juniors se definió con un agónico gol de Andrews Delgado, quien rápidamente se convirtió en el encargado de abrir las celebraciones efusivas del camerino. El delantero dedicó toda la honra y gloria a Dios, reconociendo el esfuerzo conjunto de la dirigencia, el cuerpo técnico y cada uno de los compañeros. Delgado afirmó que su logro no fue individual, “no solamente soy yo creo que son todos desde el cuerpo técnico hasta todos mis compañeros”. Él también aseguró que creen que han hecho un “buen trabajo todo este año y creo que nos lo merecíamos”. Además, confesó que su gol final fue obra divina, “creo que fue Dios, siempre le doy toda la honra y la gloria y el mérito”.
Las voces clave del gol
Delgado reveló las precisas indicaciones que le dio el profesor Duarte justo antes de ingresar al campo en los minutos finales del cotejo decisivo. El técnico le ordenó que llegara corriendo, que protegiera la pelota, que fuera hacia adelante y que buscara con insistencia la opción de gol. Sobre la ansiedad al final, Delgado reconoció la dificultad del juego, “creo que estuvimos un poco apretados en la saga central después de la expulsión de mi compañero”.
El mediocampista Osman Pico, figura destacada, fue efusivo al expresar lo que significaba este campeonato para el plantel. Señaló que la victoria significa mucho para el grupo, que vino peleando la temporada desde el día uno con dificultades notorias. Él aseguró que el equipo sacó fuerzas de donde no tenía. “Este equipo se fue evolucionando, revolucionando, con todas las ansias que este equipo sacó fuerza”, expresó.
Al ser consultado sobre el gol, Pico lo calificó de espectacular, diciendo: “Es un gol espectacular, a él siempre sale, al último minuto siempre salen goles”. El jugador afirmó que la clave fue la unión durante todo este año, “aquí estamos, quedando campeón del ascenso, que es lo que más queríamos, lo que más luchamos”.
Los ojos del director técnico se cristalizaron
El profesor Raúl Duarte se mostró visiblemente emocionado y rompió en lágrimas al confirmar que el campeonato era un “triunfo limpio” para la ciudad de Portoviejo. Duarte defendió su trayectoria, indicando que este logro representa su sexto ascenso como entrenador en el fútbol profesional ecuatoriano. El técnico paraguayo afirmó que las críticas fueron la razón principal para quedarse, porque eso lo motiva y saca la rebeldía profesional que tiene. Con ese fin, el entrenador sentenció, “me critican a mí que tengo seis ascensos, ¿qué le esperará? normal, por eso me quedé en Puerto Viejo, por la crítica”.
Duarte indicó que, pese a jugar con un hombre menos y no tener el balón, el equipo conocía perfectamente sus fortalezas. Sobre la variante de Andrews Delgado, el técnico reiteró la confianza ciega: “Pregúntale a Andrews lo que le dije, entra a ganar el partido”. Finalmente, Duarte concluyó que tiene un “plantel espectacular”.
“Somos una sola familia”
El portero Juan Ortiz, quien atajó casi todo el partido, también compartió su profunda emoción por el título conseguido en el estadio Olímpico Fernando Guerrero de Riobamba. El arquero destacó que el plantel se sintió verdaderamente como una gran familia desde el primer día de la concentración para la final. Ortiz agradeció el apoyo de los jugadores no convocados, “viajaron los que no pudieron estar convocados, éramos y somos una sola familia, en el hotel, en el bus”.
El arquero confesó que Dios estuvo con ellos en el campo, “Dios estuvo con nosotros todo el tiempo”. A su vez, con lágrimas de felicidad, el portero aprovechó el momento para dedicar el triunfo a su familia, “mi hijo nació antes de ayer, Dios me regaló esta bendición el día de hoy”.
