La embajada de Estados Unidos en Nicaragua registra, desde el pasado fin de semana, una serie de publicaciones en redes sociales en las que detalla las violaciones masivas a los derechos humanos por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Una de las más recientes, este lunes 8 de diciembre en su cuenta de Facebook, vuelve a mencionar «patrones preocupantes que afectan a la población nicaragüense, especialmente en ámbitos críticos como los derechos humanos, los derechos laborales y el Estado de derecho».
Entre ellas hablan de violaciones a los derechos laborales como la explotación de los trabajadores, reducción de salarios y la competencia desleal que a juicio de EEUU, «provoca pérdidas en ventas de las empresas estadounidenses».
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Decisión inminente sobre el DR-Cafta
Estos son avances sobre la investigación que comenzó hace un año la Oficina del Representante Comercial de EEUU, que el mes pasado recomendó a la Casa Blanca suspender a Nicaragua del Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y República Dominicana, que se conoce como el DR-Cafta o aplicarle 100 % de aranceles a los productos nicaragüenses.
Aún no se ha dado la fecha para que se dé a conocer la decisión, pero se espera que sea este mismo mes de diciembre, después de que se cerrara el plazo para los comentarios a favor o en contra de estas recomendaciones, que abrió la Oficina tras dar a conocer sus sugerencias al gobierno de Donald Trump.
«Los datos más recientes muestran que el 47% de los niños nicaragüenses de entre 10 y 14 años trabajan, en explotaciones mineras de oro, en la producción de grava y piedras trituradas y en canteras de piedra pómez», agrega la embajada estadounidense en Managua.
Sobre los derechos laborales también destacan la denegación de estas garantías a los trabajadores, que a su juicio crea productos de baja calidad y perjudica a las empresas estadounidenses.
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Persecución religiosa y confiscación de bienes
Mientras que el domingo se refirieron a la persecución religiosa. Mostraron una fotografía del obispo Rolando Álvarez rodeado de policías, antes de su detención y posterior expulsión del país. Mencionaron las confiscaciones de propiedas, que también afectan a iglesias estadounidenses.
«El régimen ha reprimido a las organizaciones religiosas mediante el cierre forzoso y la confiscación de propiedades, incluida la Universidad Centroamericana (UCA), dirigida por los jesuita», resaltaron.
También recogieron el testimonio de un nicaragüense que salió del país, pero a quien no dejaron regresar para reencontrarse con su familia: «Imagínate que un día salís de tu casa, dejás a tus hijos, tu marido, a tu mujer, a tu padre o a tu madre y te vas de viaje por cinco días y luego no podés volver a tu casa porque así lo ha decido el gobierno».